H๖ۣۜAce mucho mucho tiempo en una época tan distinta la una a la otra tan extraña a la que pisas, cuando aún eran jóvenes las bisabuelas, y que a su ves pasaron esta historia a sus descendientes mujeres, apasionadamente contaban el relato, más o menos así:
Había una ves un hombre que era apuesto (al menos él lo creía así) ¡tan viril! (el se sentía seguro de serlo), realmente fuera de este mundo, tanto que él se sentía especial y único. Se llamaba Alexandre Encantador.
Encantador viajaba por el mundo con su sonrisa de oreja a oreja, tan perspicaz y su andar lleno de porte, diviso a lo lejos la silueta de una mujer que caminaba, Encantador apresuro su paso y se acerco a ella una mujer adulta. - disculpe hermosa mujer seria tan amable de decirme ¿cuanto falta para el siguiente pueblo? a lo que la mujer con asombro y embobada respondió - ¡ho! mi pueblo queda muy cerca, podría llevarte, me parece que no eres de aquí, encantador con una sonrisa respondió - sólo voy de paso, a lo que la pareja camino por un sendero hasta llegar al pueblo, la mujer - podrías quedarte en mi hogar, vivo sola enviude y tengo mis tres hijos pero hay un lugar para ti, Encantador - gracias acepto tu cordialidad, la mujer sonrió. La mujer le lavaba, le servia, él le hablaba de su familia, ella cocinaba, él daba de comer a los animales, ambos como familia salían a dar paseos y volvían al hogar. No tardo mucho para qué ella se enamorara y le diera un beso tierno, que el respondió. Encantador dentro de su pertenencias guardaba diapositivas fotográficas antiquísimas mostraba figuras de espectros de mujeres tristes de todo tipo, las observo con desdén y las guardo nuevamente entre ropa y zapatos. A la mañana siguiente el abandono aquel hogar ...
Entro a un nuevo pueblo junto al río, escondido detrás de unos arbustos espiaba a una joven dulce, tierna y pequeña doncella que se bañaba desnuda entre el agua cristalina junto a una cascada, ella se dio cuenta que la observaba aquel chico, la doncella tomo sus cosas y se vistió, encantador no tardo en encontrarla en aquel pueblo, la doncella vivía con su familia soltera se notaba que llevaba prisa en su andar y en su rostro preocupación, Encantador - hola hermosa doncella, la doncella se detiene - discúlpame tengo prisa por llegar a casa Encantador- podría acompañarte Doncella - no es correcto, prometo verte pronto, conozco un lugar cerca de aquí, encantador sonrió, pronto se vieron a escondidas, ella deseo y espero más más de él, pero cargaba un pesado costal y tenia que seguir andando. a esto sonaba una canción cruel ..
a la mujer que amáis le prometéis el cielo
a la que deseáis le prometéis suelo
a la mujer que amáis le presentáis lo que te importa
a la que deseáis le creáis ilusión
a la mujer que amáis le hacéis regalos
a la que deseáis le das la mierda
¿ quienes la excepción a la regla a todo esto?
si tomáis de cada una todo
si tomáis de cada una todo
a la mujer que amáis dejáis que te endulce
a la que deseáis le tenéis prohibido un te amo.
usadlas, usadlas
tenéis de todo bajo tu manga
¿ quienes la excepción a la regla a todo esto?
si tomáis de cada una todo ...
Y así contaba la historia de un Encantador que tubo de todo, mm perdón de todas en su vida ...
Didi
este 15 de septiembre tuve la fortuna de recibir el libro conmemorativo que solo se les ha obsequiado a los que participaron en los festejos del bicentenario en el 2010, tengo en mi bajo propiedad uno de los exclusivos ejemplares que en unas décadas y más años tendrá un valor invaluable. Aunque a mi parecer la foto final es la mejor de todas. la producción Instantia organizo una reunión muy emotiva, siento que sera la última vez que habrá algo así para todos los que pusimos un granito de arena, pequeño o grande para que los festejos del bicentenario fuera algo para que recordaran. El centenario le toco a Porfirio Diaz, recuerdo cuando visite el año pasado el museo del palacio nacional y vi la sección detenidamente de esta sección, dónde había fotos del desfile del centenario, un libro con todos los nombres del los que hicieron posible tal evento, ropa y ademas un folleto anunciando los festejos. Dentro de cien años más cuando ya no estemos en vida los que estuvimos en los festejos del bicentenario estaremos dentro del museo, me pregunte a mi misma, es impresionante y no te cae el veinte. Pero se cree cuando tiene un documento, fotografías ... pero en cien años no estarás para decirle a la gente cómo fue, se lo dejaras a un museo y el crédito se lo quedara el presidente y el gobierno que nostalgia ...
fotografías tomadas por Didi, en un ritual de ancianos indígenas de todos los estados de la república, en rancho charro, reunión de los participantes del bicentenario.
Entradas
